En el Taller comunicación, el grupo de quinto de SIM EDP/EDI hemos tenido la suerte de contar con la actriz valenciana Amparo García Moreno que diseñó y realizó una sesión de biodanza para nosotras en la que disfrutamos de lo lindo. La biodanza es una técnica que Rolando Toro desarrolló en los años sesenta en la que mediante la música y el movimiento conectamos con nuestro cuerpo y emociones y, en definitiva, con la vida.
“La biodanza conecta el cuerpo y el movimiento con la música, ya sea solo, en parejas o en grupos grandes”, explica en su Diario de clase Laura, una de las alumnas que participó en la vivencia. “La actividad fue muy gratificante, una forma de liberarme y disfrutar con el cuerpo, la imaginación y el contacto con los otros”, añade.
Para Paula la biodanza es “mucho más que un baile, una reflexión sobre cómo interactuar con el mundo, de sentir cada una de nuestras emociones y dejarte ir con la danza. La sesión fue maravillosa”.
A Mabel el ejercicio que más le gustó fue el acariciamiento de manos: “Provocó un sentimiento que pocas veces había sentido, me aportó mucha tranquilidad. Luego lo probé en casa con más gente y fue un éxito. Recuerdo que aquel día estaba muy estresada pero durante la sesión de biodanza desconecté totalmente de los problemas. La practicaré por mi cuenta”.
Según explica Sandra, “A través de la música, del encuentro con los otros y de la danza se creó una gran conexión en el grupo que nos hizo uno. El ambiente era cálido, acogedor y rico, nadie era juzgado y me sentía totalmente segura”. Maite se siente “orgullosa de haber participado en la sesión y de haber disfrutado a pesar de mi timidez. Es un recurso para conseguir que niños y niñas puedan expresarse no solo con palabras si no también con su propio cuerpo”.
La sesión que nos planteó Amparo había comenzado poniendo en común una foto de cuando éramos niños. Bailamos, andamos y saltamos, y cuando acabamos nos sentimos como nuestro niño o niña interior: contentas, relajadas y felices.