Preparar un CV es una tarea compleja que requiere un poco de planificación y dedicación, especialmente cuando aún no cuentas con experiencia profesional o la que tienes no se ajusta al puesto que quieres solicitar. ¿Qué hacer entonces? ¿Cómo redacto mi CV? Te lo contamos ¡atento!

Estar estudiando o haber terminado justo una formación y no contar con experiencia profesional no es un obstáculo para encontrar el empleo que te guste. Existen muchas organizaciones y empresas que buscan candidatos/as para ser formar parte de sus equipos y poder formarles desde el principio. Por tanto, ¡no te desanimes por no tener aún mucha experiencia! Tú céntrate en perfeccionar tu CV, nosotros te traemos las pautas para que sepas cómo hacerlo:

– Habilidades VS Experiencia

Si aún no tienes la suficiente experiencia en el ámbito profesional, en lugar de inventar experiencias o rellenar el CV con cosas superfluas, te aconsejamos que resaltes tus habilidades desarrolladas durante la formación que estás recibiendo o que has recibido. Y también las que hayas podido adquirir si has realizado algún voluntariado.

Algunos ejemplos de habilidades son:

– Competencias que te hacen destacar: trabajo en equipo, creatividad, facilidad para gestión de tareas simultáneas, capacidad de planificación…

– Idiomas que hablas.

– Conocimientos de informática.

– Formación complementaria: seminarios, talleres, cursos…

– Cosas que has aprendido en otros trabajos que no tienen que ver con el sector al que ahora optas. Es posible que no tengas experiencia laboral en el ámbito de lo que estás estudiando o acabas de terminar de estudiar, pero sí hayas trabajado en otros sectores. No te recomendamos que pongas esas experiencias como tal en el CV si estás optando a puestos que no están relacionados, pero tal vez sí puedas mencionar qué has sacado positivo de esas experiencias laborales que podrías aplicar en tu próximo puesto sea en el sector que sea.

Puedes partir de las siguientes preguntas: ¿qué aportaría yo a este trabajo? ¿por qué me deben seleccionar?

Por otro lado, te aconsejamos que si aún continúas estudiando, resumas estas habilidades al principio del CV y, si por el contrario ya has terminado, lo detalles debajo de la formación académica.

– Experiencias académicas: proyectos, logros e iniciativas

Destinar una sección de tu CV a los proyectos en los que has participado demuestra que eres una persona dinámica, curiosa, que ha ido más allá de la formación y que se ha involucrado en diversas materias. Si has formado parte de algún grupo en tu universidad y escuela que llevase a cabo algún proyecto, etc.

Destaca aquellos logros e iniciativas que hayas desarrollado para ir sumando puntos. A la hora de redactarlo, describe brevemente cuál era el objetivo del proyecto, cuál era tu función y qué se ha logrado, además de la fecha en que se desarrolló.

– ¿Has realizado algún voluntariado?

Ya lo mencionabamos en el primer punto, si has hecho voluntariado ¡no dudes en anotarlo! Las empresas y, por supuesto, las entidades cada vez valoran más las candidaturas de aquellas personas que han sido voluntarios/as porque han desarrollado las soft skills. Es decir, aquellas habilidades independientes de la educación formal y la experiencia profesional que permiten el desarrollo de la personalidad a través de mejorar la comunicación, el trabajo en equipo, la flexibilidad o el liderazgo y que son clave para el buen funcionamiento de una entidad. Sin duda, tu experiencia como voluntario/a aportará un valor añadido a tu CV.

– La carta de presentación es la gran aliada del CV

A menudo se envían CV sin carta de presentación y, como su propio nombre indica, si no te presentas, no se sabe quién es realmente la persona que hay detrás de un determinado currículum.

No es obligatoria aunque sí aconsejable, especialmente en un perfil sin experiencia profesional, ya que permitirá al área de selección de personal conocer más sobre tus gustos, intereses, motivaciones, expectativas laborales… Redáctalo de forma que puedas unir estas cualidades a las habilidades que se requieren en el puesto requerido y tradúcelas en aptitudes.

Ya que sabes mejor cómo encarar la tarea de redactar tu CV sin tener experiencia laboral ¡a por ello! y después mira todas las oportunidades de trabajar en el Tercer Sector que ponemos a tu disposición.

Fte. Noticias RSE de EXPOK Comunicación de Sustentabilidad y RSE

Por: Anabell Villanueva (12/11/2018)

La primera decisión difícil que deben tomar los jóvenes al terminar la secundaria es elegir entre una gran gama de carreras, costos, institutos, etc. cuál es la opción que mejor les calza. El segundo momento más difícil para la juventud es cómo ubicarse en el mercado laboral y esto puede llevar a desilusiones al no conseguir la suficiente experiencia laboral, habilidades que requiere tu trabajo soñado o incluso vacantes disponibles en tu ciudad. Las estadísticas no mienten, de acuerdo a estudios en México y otros países de Latinoamérica más del 50% de las personas no trabajan en lo que estudiaron. ¿Cómo el voluntariado puede ser una herramienta que contrarreste esta realidad?

De acuerdo a la Real Academia Española, el voluntariado es un “Conjunto de (…) personas que se ofrecen voluntarias para realizar algo”. Ofrecer tu tiempo en una actividad voluntaria cuando estés en secundaria puede ayudarte a identificar qué tipo profesiones o carreras podrías estudiar. Posteriormente, en la universidad o instituto, ubicar una causa social que te llame la atención, visitarlos y pedir voluntariado profesional o pro bono es la mejor vía para poner en práctica tus conocimientos y conseguir una primera referencia laboral.

El voluntariado aporta beneficios a la comunidad pero también al voluntario. ¿Cuáles son estos beneficios?

1) Networking: la mayoría de las organizaciones sociales tiene juntas directivas con personas de alto nivel ejecutivo con otros roles en el mundo empresarial. Ser voluntario te puede acercar a las personas indicadas que te ofrezcan una plaza. Así mismo, hacer voluntario te acerca a otras personas que tienen tus mismos intereses y que pueden recomendarte a un empleo. Incluso dentro de los patrocinantes de las organizaciones sociales podrías conseguir una oportunidad.

2) Desarrollo de habilidades blandas: muchas de las habilidades que se requieren en un trabajo no son enseñadas en el colegio ni en las universidades. Si eres voluntario serás capaz de desarrollar habilidades cómo: trabajo en equipo, empatía, hablar en público, manejo de tiempo, trabajar bajo presión, liderazgo, etc.

3) Experiencia laboral: muchos no saben pero tu tiempo como voluntario puede traducirse en un certificado de horas o un reconocimiento que es válido para demostrar experiencia laboral. Incluso cada vez más las empresas valoran por encima de un grupo de candidatos a las personas voluntarias.

Algunos tips para encontrar una buena oportunidad de voluntariado:

1) Piensa en una causa que te apasione

2) Busca en google organizaciones sociales próximas a ti que trabajen estos temas o incluso hay opciones de voluntariado internacional.

3) Visítalos: muchas veces estas organizaciones están tan llenas de trabajo que contactarlos por teléfono o correo puede ser difícil. Es mejor que vayas, veas sus oficinas, te presentes y te pongas a la orden.

4) Si no sabes en que ofrecer tu tiempo, explica a la organización que estás aun pensando qué estudiar y por ello te gustaría que te coloquen de apoyo logístico, y así una vez dentro podrás contrarrestar tu talento con las diferentes áreas y habilidades requeridas.

5) Sé constante: puedes ofrecer una hora al día de tu tiempo. Si el traslado es un problema, ofrece tu tiempo de forma remota. Lo importante es que puedas acumular de seis meses a un año de experiencia laboral.

6) Si no te va bien con la opción que elegiste, no te defraudes, busca otras opciones. Actualmente la variedad de organizaciones sociales es muy grande así como su necesidad de más personas voluntarias.