Muchas veces la rutina hace que ya no llamemos a los familiares menos cercanos, pero ¿es necesario felicitarlos?. La Señora Biblioteca es un familiar que hoy cumple años, pero en las velas de la tarta se descubren paradojas asombrosas, como su doble edad: ya que es vieja y muy joven a la vez.
En algunos libros interesantes se cuentan aventuras y viajes sobre su pasado. Seguro que alguna vez os ha enseñado álbums de fotos y recuerdos, de aquellos monasterios de su infancia que servían de templo del saber o de paradisíacos faros que trataban de alumbrar el camino de la humanidad, tras infinitos desiertos, allá por Alejandría.
Poco a poco, abandonó su timidez, buscando dejar de ser un templo del saber, una vitrina preciada y preciosa, para acercarse a la sociedad, explorando la amistad de autores y lectores. Y así se fue haciendo más popular, primero siendo un pequeño desván de ilustrados selectos o de incansables eruditos, para más tarde ayudar a construir la comodidad y hacer crecer la sabiduría en pueblos, y conformando sociedades más amplias y democráticas.
Pero por otro lado no podemos menospreciar su renovada juventud. La biblioteca no es una pieza de anticuario, sino que es una herramienta indispensable para el progreso y el desarrollo, y mucho más en estos tiempos de incertidumbres y cambios. En la biblioteca se deben encontrar respuestas, pero también nuevas preguntas. Y a ser posible, preguntas propias, es decir no solo hay que ir a la estantería a por el libro que nos han recomendado, sino que muchas veces hay que echarle un ojo al de al lado, para ir recolectando herramientas para poder hacer bricolaje de la curiosidad.
Lo bueno de las bibliotecas es que son un castillo con infinidad de pasadizos y puertas secretas. Contienen libros malos y buenos, divertidos y aburridos, cansados y reveladores, islas del tesoro y robinsones, y bibliotecarias amables que sabrán ayudarnos a escapar de las mazmorras del aburrimiento.
Así que si queréis celebrar el día de las bibliotecas, no busquéis regalos caros ni citas eruditas, es mucho más sencillo, seguir utilizándolas y a menudo. En Florida, por ejemplo, disponemos de un amplio calendario para que sigáis viniendo y para que no os dé vergüenza a los primerizos … Felicidades, biblioteca!