El pasado 14 de abril, hace ya más de un mes, tuvimos en Florida Universitària el placer de contar con la presencia de César Bona en las III Jornadas Internacionales de Diversidad.
El docente, además de deleitar al todo el público asistente con una potente conferencia titulada «Escuchar para educar», nos concedió una entrevista en la que tuvimos la ocasión de conocer su lado más cercano y nos explicó de primera mano determinadas cuestiones que ahora compartimos en este post con todos y todas vosotras.
En palabras de César Bona, un buen maestro es aquel que siempre anima a su alumnado a intentarlo, es aquel que se dedica a trabajar la autoestima de los niños y las niñas. Por ello debe ser un poco psicólogo pero también debe ser un poco humorista. Los niños aprenden y se motivan mucho más si el humor está presente en el discurso que está escuchando. Hay que invitar a los niños y las niñas a participar en la sociedad y ahí el maestro juega un papel importantísimo.
La cualidad más importante para un maestro es siempre “escuchar”, un maestro debe escuchar a los niños y conectar con ellos, entonces todo funciona mucho mejor. La mejor forma de conectar con ellos y con ellas es hacer un viaje a cuando era niño o niña, es entonces cuando se les entiende muy bien y ellos te entienden mucho mejor a ti.
El aula ideal es aquella que no tiene muros, es aquella que está abierta a la sociedad, el compromiso social es fundamental, hay que animar a los niños y niñas a fijarse en lo que tienen alrededor para intentar mejorarlo. Es imprescindible promover la cooperación y no la competitividad.
La educación es algo que evoluciona, no se puede enseñar a los niños y niñas de ahora igual que hace 30 años, los padres también tienen que formar parte de esa educación y deben ser partícipes, sabedores de esas nuevas formas de enseñar y de las nuevas metodologías.
Hay dos cosas que los nuevos maestros y maestras deben tener en cuenta que es que deben ser perseverantes y responsables. Perseverantes porque ser van a encontrar con muchas piedras en el camino, pero si lo que hacen es lo mejor para los niños, han de seguir adelante. También debe ser responsables, un maestro marca a los niños para bien y para mal, cada paso que dé el maestro o la maestra va a ser un ejemplo para los niños y las niñas, el ejemplo de los niños son los padres, pero los siguientes son los maestros.