Las soft skills que debería trabajar el alumnado durante el confinamiento (I)
La pandemia y el confinamiento han dado un vuelco a nuestra realidad. Nos encontramos delante de un nuevo escenario pero tenemos que seguir preparándonos para afrontar nuestro futuro profesional. El miedo, el desánimo y la desesperación llevan a una situación de bloqueo que impide el desarrollo profesional. Pues bien, es imprescindible aparcar este tipo de sentimientos. Y centrarnos en rutinas productivas efectivas. Para ello, es importante, en este período aprovechar para reflexionar y potenciar todas las competencias que nos pueden favorecer en el futuro. Trabajar ahora en profundidad las Soft Skills puede ser muy positivo para el futuro.
Es importante fijarnos hábitos adaptados a los diferentes ámbitos y edades. En este artículo nos adaptaremos a los objetivos de los estudiantes de Ciclos Formativos. Y nos vamos a basar en el libro ‘Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva’, de Stephen Covey, utilizado por empresas en Estados Unidos para mejorar las habilidades blandas de sus trabajadores y trabajadoras.
Los tres primeros hábitos que debemos incorporar a nuestra rutina durante el confinamiento están relacionados con nosotros mismos, porque toda iniciativa tiene que partir de la persona si se quiere conseguir cambios.
1er Hábito: Proactividad.
La proactividad es un hábito que surge de la iniciativa. Se trata de una soft skills muy valorada por las empresas. Sobre todo, porque les hacen falta personas con iniciativa. En la sociedad digital en la que vivimos, los puestos de trabajo cambian constantemente y requieren de nuevas ideas que generen oportunidades de negocio. Por este motivo, es importante preguntarnos cómo podemos ser más proactivos en un momento como el actual.
Hay que tener claro que una persona proactiva es la que se siente responsable de sí misma y de sus actos. Pero sin olvidar la interdependencia, ya que los humanos nos necesitamos los unos a los otros.
Este hábito se puede desarrollar, en primer lugar, estando bien informado y conectado con nuestra comunidad. Disponer de esta información y conexión con el entorno nos permitirá acotar y elegir mejor la iniciativa a desarrollar.
Para elegir la iniciativa puede ayudarnos hacer una lista de posibles aprendizajes, que no habíamos afrontado hasta el momento por falta de tiempo, o iniciativas solidarias, que ayuden a nuestra comunidad y a nuestros mayores. Lo siguiente es organizarnos bien el tiempo y dedicarnos cada día a hacer realidad esta iniciativa de aprendizaje.
2º Hábito: Empezar con un fin en la mente
Visibilizar la finalidad por la que vamos a emprender una iniciativa es fundamental y es una práctica muy utilizada en muchos ámbitos. En el caso de los estudiantes de FP es muy útil visualizar cuál será nuestra profesión, fijar pequeñas metas a corto plazo… y así ir viendo cómo se reduce el tramo hasta la meta.
Escribir un currículum a alcanzar puede resultar muy útil para marcar los diferentes objetivos a corto plazo. Esos objetivos tienen que ser asumibles, realistas pero también ambiciosos. Es importante incluir todo lo que aporte valor y, en consecuencia, dará también valor a la empresa que se interese por el alumno o la alumna.
Para no perder de vista la meta en la formación profesional, os proponemos que relacionéis e identifiquéis de forma global cada módulo académico con el perfil profesional que queremos alcanzar. De este modo, evitaréis ver asignaturas sueltas que sólo sirven para obtener el título.
3er Hábito: Gestionar el tiempo
Para gestionar el tiempo es importante separar en un cuadrante las tareas importantes de las no importantes y las urgentes y no urgentes. Este gesto nos hará más productivos en cada hora que utilicemos. Para aplicar este hábito también es importante identificar las acciones diarias en cuatro cuadrantes:
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URGENTE |
NO URGENTE |
IMPORTANTE |
Cuadrante 1 |
Cuadrante 2 |
NO IMPORTANTE |
Cuadrante 3 |
Cuadrante 4 |
Se recomienda centrar todos nuestros esfuerzos en priorizar y conseguir situarnos en el Cuadrante 2 durante varias horas al día. Hay que priorizar lo importante ante lo urgente y evitar interrupciones y distracciones. De los demás cuadrantes, no os preocupéis, que sin esfuerzo alguno ocuparán el resto del tiempo.